Un hospital malagueño ha decidido apostar por el «marketing olfativo» y ofrecer a sus pacientes revisiones con olor a talco y convalecencias entre efluvios de madera y melocotón, a través de ambientadores específicos en sus instalaciones.
«Los olores tienen un efecto poderoso sobre la memoria, son capaces de generar buenas sensaciones. Y hemos elegido aromas que potencian la positividad y ayudan a reducir el estrés y la ansiedad», apunta Mercedes Mengíbar, Directora Gerente del centro, el USP Hospital de Marbella.
Un total de 37 dispensadores con fragancias suaves están colocados estratégicamente, eliminando el característico «olor a hospital».
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