Rocacho, cocina esencial y vuelta a las raíces

Rocacho, cocina esencial de plena tendencia
Rocacho, cocina esencial de plena tendencia

Que parrilla y plancha son tendencia es un hecho. No sólo reflejan una parte esencial de la cocina, sino que en la actualidad se han adaptado a los tiempos y copan gran parte de las nuevas aperturas que se realizan dentro del panorama gastronómico de nuestros días.

Un ejemplo de ello lo supone el restaurante Rocacho, de reciente apertura en Madrid (en Padre Damián, frente al hotel NH Eurobuilding). Con apenas unos pocos meses de vida, el local se ha posicionado como un referente de cocina tradicional de culto al producto. Su nombre, que hace referencia a la roca como símbolo de pureza y sustento de toda naturaleza, es una declaración de intenciones, ya que su oferta está basada en la calidad de una materia prima esencial (carnes, pescados, arroces y verduras de primera categoría) y en el poder de la brasa (la piedra convertida en fuego) a la hora de extraer todo el potencial de los alimentos que conforman su despensa.

Rocacho, cocina esencial de plena tendencia

Vuelta a las raíces

La vuelta a las raíces, la apuesta por la sencillez frente a la complejidad técnica y la búsqueda incesante de la pureza del sabor que marcan la actualidad gastronómica han hecho que la cocina del fuego resurja con fuerza. Rocacho, que está concebido como un moderno asador tanto en el fondo como en la forma, es representante de esta tendencia gracias a una cocina honesta y sin artificios en la que la parrilla de carbón de encina es la gran protagonista. Por ella desfilan pescados, como el rodaballo salvaje, la merluza, el bacalao, el pixín o los chipirones de anzuelo, y excelsas carnes, entre las que se encuentra la mayor selección de cortes de El Capricho de la capital.

A la brasa se ofrecen la chuleta de vaca de trabajo (de 40 o de 90 días de maduración), el solomillo de buey y de vaca y la entraña y la hamburguesa de buey, así como el pollo campero o las chuletitas de cordelo lechal burgalés, que pueden acompañarse con patatas fritas caseras, ensalada o pimientos del piquillo confitados.

Estéticamente, Rocacho es un local moderno, elegante y acogedor en el que, en sintonía con su filosofía culinaria, predominan los materiales puros, como la piedra (que viste la barra y su parrilla vista), la madera y el bronce. El espacio está distribuido en diferentes ambientes: una terraza acristalada, ideal para alargar la sobremesa (no doblan turnos y cuentan con una magnífica carta de cócteles y destilados premium), una pequeña zona de barra con mesas altas y el comedor, distribuido en dos alturas y con capacidad para albergar dos reservados para entre diez y 40 comensales.