El vino y la cerveza agitan los números de la hostelería española

vaso de cerveza

España es un país de bebidas. Las buenas temperaturas, la mayor confianza del consumidor y el empuje del turismo, que ha alcanzado cifras récord, han sido alicientes clave para hacer despegar los datos de venta de las bebidas en hostelería en 2017. El informe publicado por Nielsen deja claro que la cerveza y los vinos fueron los grandes dinamizadores, con crecimientos del 6,9% y 8,8%, respectivamente. Las bebidas no alcohólicas (agua, refrescos, etc.) crecieron un 3,2%, mientras que los espirituosos tuvieron un año plano con un porcentaje de 0,7.

El aumento del consumo, tanto en los hogares como fuera de estos, ha permitido que la hostelería cerrase 2017 con un incremento del 5,7%. Sin embargo, el año tuvo sus subidas y bajadas, en buena parte marcadas por la climatología, puesto que el primer semestre tuvo un crecimiento del 5,3% y en abril y junio se alcanzaron aumentos del 7% y el 9%. Por otra parte, el segundo semestre fue más plano, con un aumento del consumo del 1,3% y llegando a obtener resultados negativos en el mes de septiembre, quizás por la vuelta a la rutina del trabajo y los estudios.

Al contrario de lo que se pueda pensar por el crecimiento en las ventas de cerveza y vinos, es en las horas diurnas cuando se consume más, ya que el consumo nocturno todavía no ha conseguido remontar. El comercio electrónico tiene datos algo mejores, aunque en conjunto suponen apenas un 0,9% del total.

Dos tipos de clientes

Respecto a esto, la consultora afirma que existen dos tipos de clientes: los que le dan especial importancia a las promociones y a las marcas blancas, que se ve reflejado en que las marcas propias de la distribución supongan más del 39% del total, y los que están dispuestos a pagar más por productos diferenciales. Un ejemplo del primero son las personas mayores, mientras que del segundo serían los productos ligados a la salud, alimentos bio, eco o veganos, no tan económicos pero sí más “de moda”.

Sin embargo, el crecimiento de la hostelería no solo se debe al consumo: las ventas crecieron un 3,7% gracias al aumento en el volumen de compra del 1,5% y el alza de precios del 2,1%.