El turismo gastronómico, la alta cocina y la exportación, a debate en Alimentaria 2014

Mesa Alimentaria

Alimentaria 2014 sentó en la misma mesa a Joan Roca, chef del Celler de Can Roca; a los expertos en turismo gastronómico Doug Duda y Marta Angulo, y a la directora de la División de Alimentos y Gastronomía del ICEX,  Inés Menéndez de Luarca, para analizar la creciente importancia y el impacto económico de este tipo de turismo.

Joan Roca, chef del Celler de Can Roca, defendió que la gastronomía es clave en la proyección internacional de España y elogió el papel de ferias como Alimentaria para contribuir a vincular el gran patrimonio gastronómico y cultural con los productos agroalimentarios del país. Roca también subrayó la influencia de «la eclosión de talentos, de cocineros comprometidos con la innovación, a veces desde planteamientos románticos o inconformistas, que han conseguido captar la atención de un turismo gastronómico que busca la excelencia».

Roca alertó que para este tipo de turismo, «la gastronomía debe tener un fuerte arraigo a unas tradiciones y una cultura, pero debe ofrecer al mismo tiempo una visión renovada relacionada con las emociones, la autenticidad y la proximidad». Asimismo, Roca remarcó la importancia del éxito gastronómico para el territorio que lo rodea y puso como ejemplo la elección de su restaurante como el mejor del mundo. «Es más importante para Girona, Catalunya y España que para el propio restaurante ya que pone en valor todo el entorno», explicó.

Un trinomio de moda y con tirón internacional

Para Inés Menéndez de Luarca, directora de la División de Alimentos y Gastronomía de ICEX España Exportación e Inversiones, «el trinomio alimentación, turismo y gastronomía está de moda y debemos aprovechar la gran imagen internacional del producto español». En este sentido, se refirió a los 57 millones de turistas que visitan España cada año, un 10% de ellos atraídos por las excelencias gastronómicas, que deberían vincularse al patrimonio cultural de nuestro país.

Según datos de Turespaña, los turistas gastronómicos desembolsaron el año pasado 6.393 millones de euros durante su visita a España, un 10,1% más que en 2011. El gasto medio diario destinado a actividades gastronómicas se situó en 107,65 euros.

Por su parte, el expresidente de la International Association of Culinary Professionals (IACP) y productor para el New York Times de la serie «Taste of the world», Doug Duda, afirmó que «el interés de los norteamericanos por la gastronomía crece día a día y la española es hoy su preferida». Asimismo, Duda aseguró que cuando alguien le pregunta en qué lugar del mundo comería su última cena, desde hace 10 años él siempre responde «España». Sobre los consumidores norteamericanos, Duda apuntó: «ahora, más que nunca, siguen a los chefs y sus recomendaciones; quieren saber dónde compran sus productos, estar al día de las últimas tendencias culinarias¿ En definitiva, se trata de una gran oportunidad para España».

Perfil del gastroturista y tendencias

La socia de la agencia especializada en turismo gastronómico «A Taste of Spain«, Marta Angulo, explicó que a través del turismo gastronómico se «entra en contacto con la cultura de un país, con su gente, su cocina, sus productores y sus tradiciones, es, por tanto, algo más que comer sólo en  buenos restaurantes».

Angulo definió al turista gastronómico como una persona de entre los 35 y 65 años, con buen nivel cultural, poder adquisitivo medio-alto, aficionado a la cocina y al vino, hedonista, consumidor habitual de productos ecológicos y artesanos, participante en experiencias culinarias y habituado a viajar. Según Angulo, «a este perfil de turista le mueve la pasión por experimentar, es exigente y demanda calidad y autenticidad sin que el precio sea un factor determinante».

En cuanto a nuevas tendencias, Angulo destacó «el auge internacional de las tapas y de la degustación compartida de platos». Además, el turista gastronómico busca comer en restaurantes con estrellas (171 en España, según la estrenada actualización de la guía Michelin 2014) pero también en establecimientos populares donde van los oriundos del lugar. Por otro lado, cobra mayor importancia el factor humano, «the people behind». «Los turistas quieren conocer a las personas, los productores, bodegueros, para que les cuenten sus historias», aseguró Angulo, quien destacó que la cata gana interés, no sólo de vinos sino de otros productos como chocolates o quesos.

Mientras, Internet se consolida como el principal canal de comunicación con este perfil de cliente (el 85% de las contrataciones se hacen a través de la red) y la gastronomía adquiere mayor protagonismo en otras áreas del negocio turístico, como el viaje corporativo o el de incentivos.