Tecnologías frigoríficas y medio ambiente, tema clave en la Jornada Técnica de AEFYT

Las alternativas para la sustitución de gases refrigerantes de alto impacto medioambiental comienzan a ser ya una realidad para todo tipo de instalaciones, y los nuevos sistemas de detección automática de fugas hacen que el control de este elemento, fundamental en cuanto al límite de emisiones, costes de mantenimiento y seguridad de los equipos, sea más fácil y eficaz. En torno a este tema se ha desarrollado la Jornada Técnica 2016 de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (AEFYT), bajo el título «Tecnologías frigoríficas para la reducción del impacto ambiental».

Las opciones de gases refrigerantes que cumplen con los niveles de potencial calentamiento atmosférico exigidos por la normativa, básicamente el Reglamento F-Gas, se usan tanto en instalaciones frigoríficas nuevas como en las ya existentes. David López, gerente de Iparhotz, y Maribel Rodríguez, miembro de la dirección técnica de Friex –ambos pertenecientes a Asofrío, además de miembros de AEFYT–, expusieron varios casos prácticos realizados en supermercados e hipermercados a partir de la utilización de refrigerantes de bajo PCA como son el R-513A, R-449A, R-450A, R-448A o el R-442ª, destacando el buen funcionamiento de los equipos tras el cambio.

Dentro del análisis de las posibilidades del CO2 como fluido alternativo, Juan Carlos Rodríguez destacó su uso como refrigerante directo en sistemas transcríticos y subcríticos en cascada, que presentan buenos rendimientos en las regiones del Sur de Europa. Y en su análisis para el uso de los HC (hidrocarburos) habló de ventajas su bajo coste como fluido refrigerante, su versatilidad –al estar fabricado para otros usos- y la posibilidad de detectar fugas. La inflamabilidad es, sin embargo, el principal problema a la hora de decidirse por aplicación.

Una de las conclusiones de la jornada fue que, para elegir la mejor alternativa, hay que tener en cuenta los siguientes criterios: eficiencia energética, seguridad, facilidad y coste del retrofit en instalaciones existentes, retorno de aceite al sistema, gestión adecuada del deslizamiento de la mezcla y, fundamentalmente, tener en cuenta la disponibilidad y coste del refrigerante y el riesgo de prohibición o imposición fiscal.

Otra de las grandes preocupaciones de la industria del frío es la necesidad de minimizar o eliminar las fugas de refrigerantes, entre otras consideraciones. En este sentido, el mensaje fue claro: en una instalación bien ejecutada no hay que tener miedo a las fugas siempre que se acuda a profesionales para el diseño y mantenimiento de las instalaciones frigoríficas que, además, tienen a su lado las últimas tecnologías en cuanto a sistemas automáticos de detección de fugas.

Roberto Solsona, presidente de AEFYT, subrayó en la clausura de la jornada que «en esta Jornada Técnica hemos constatado que hay vida para las instalaciones existentes después de la F-gas gracias a los refrigerantes para el retrofit. Existen fluidos como el amoniaco, el CO2 y los HC que van a empezar a aplicarse en instalaciones pequeñas para las que hasta ahora no eran alternativa».